¿Cómo emprender con poco dinero? 6 consejos clave

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¿Cómo emprender con poco dinero? 6 consejos clave

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Emprender es una de las decisiones más difíciles a las que se puede enfrentar cualquier persona. Si es complicado hacerlo con muchos recursos, imagina emprender sin dinero. Aunque no es imposible, sí que hay una serie de consejos que deberías tener en cuenta y que a continuación te vamos a mostrar.

Mentalidad Lean Startup

Esto se puede resumir en buscar un problema, encontrar una solución, salir al mercado y probarla cuanto antes. A medida que vayas viendo que tu solución se adapta al feedback del mercado, tendrás que irla modificándola y adaptándola a las necesidades reales de tus clientes. Todo eso lo tendrás que hacer, además, gestionando muy bien los recursos que tengas.

No empezar sin dinero

Si te preguntas con cuánto dinero debes empezar, la respuesta va a depender de varios factores. Por ejemplo, no es lo mismo abrir una tienda física que vender productos por Internet u ofrecer tus servicios de forma profesional. Dependiendo de la opción de emprendimiento por la que te decantes, la cantidad de recursos que necesites para iniciar tu actividad de forma segura será mayor o menor.

Asimismo, será muy importante que sepas cuánto dinero tienes y de cuánto puedes disponer.  Que vayas a emprender con poco dinero, no quiere decir que no lleves un estado de tus cuentas. Por lo tanto, será recomendable que hagas números antes de comenzar tu emprendimiento y también después de abrir el negocio. Así evitarás sorpresas cuando surjan los primeros imprevistos.

Un consejo clave que da Jordi Altimira, CEO y partner de UpBizor es que » es fundamental tener una filosofía lean, muy bootstrapping. Si puedes empezar a desarrollar tu actividad con el mínimo activo posible, necesitarás menos pasivo. Y cuanto menos pasivo necesites, menos necesidades financieras tendrás. Todo lo que sea variabilizar costes es una buena estrategia. Y de eso se trata, de reducir al máximo los costes fijos».

Ten en cuenta el modelo de negocio

Como hemos indicado, la cantidad de dinero que necesitarás para arrancar tu negocio dependerá de tantos factores como características tenga cada modelo de negocios: producto o servicio, online u offline, si necesita fabricación propia, si requiere de personal, si externaliza sus servicios, según sean las condiciones de pago del mercado y según sea su modelo de generación de ingresos, entre otros.

Si tu negocio va a ser físico, los gastos principales serán el alquiler inicial y las fianzas del local. Además, si el local en el que vas a emprender necesita una reforma previa, también tienes que añadir el informe técnico del proyecto de obra, los permisos y licencias de obra y de apertura y la obra civil. En ocasiones, también necesitarás contar con avales y garantías para cubrir los posibles gastos.

Asimismo, será importante que no te olvides del IVA de las inversiones que vayas a realizar. Tampoco puedes olvidarte de los costes relacionados con el aprovisionamiento del local (mobiliario, decoración, maquinaria, etc.). A su vez, debes tener en cuenta el stock inicial que vas a necesitar para que tu tienda tenga productos que vender y a su vez, necesitarás contar con un sistema informático de gestión.

Muy importante es también que sepas que vas a tener que invertir en algún tipo de publicidad inicial para darte a conocer y tampoco olvidar la inversión en el desarrollo de una web. Por supuesto, también tendrás que considerar los costes relacionados con la constitución de la sociedad y los gastos iniciales de gestoría.

La principal fuente de financiación será tu cliente

Nunca debes olvidar que la principal fuente de financiación de un negocio es y debería ser el cliente. Aunque es verdad que esto no siempre es posible, porque, fundamentalmente, en la mayoría de los casos, los negocios suelen nacer sin clientes y se necesitan invertir muchos recursos en captarlos. Y cuando los tienes, los plazos de pago no siempre coinciden con la venta. Es decir, hay negocios en los que el cliente te paga en el momento de comprar el producto y otros en los que el cliente te pagará, bien a plazos, o a medio y largo plazo.

Entonces, la pregunta que te surgirá es ¿de dónde sacarás recursos? La respuesta es evidente y será de tus aportaciones personales y/o de tus socios, si es que los tienes. Invertir en tu negocio debe ser una obligación lógica, principalmente, porque es la mejor carta de presentación a la hora de captar y convencer a nuevos socios e inversores.

También puedes conseguir más dinero si acudes a amigos y familiares. Si son pequeñas aportaciones de capital, podrás acordar con ellos que les devolverás el dinero prestado con  con intereses y dejando muy claro que no participarán en la toma de decisiones de tu proyecto.

Otra buena fuente de financiación son las líneas de crédito tanto de organismos públicos como de bancos. Otra fuente que no se suele tener muy en cuenta es contar con un socio industrial y/o tecnológico, que no aporta capital, en primera instancia, pero sí agrega valor a tu negocio.

Diseño de un Producto Mínimo Viable (PMV)

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La forma más clara que existe de saber si tu propuesta gustará o no a tus potenciales clientes es diseñando un Producto Mínimo Viable (PMV) de tu solución. No se trata de construir o fabricar nada, sino de elaborar algo, una especie de esqueleto que te permita conocer las opiniones de tu mercado y saber si vas por buen camino y qué cosas deberías cambiar, mejorar, eliminar o añadir, por ejemplo.

Emprender en algo que tengas experiencia

Este consejo es fundamental. Lo mejor es emprender en algo en lo que tengas experiencia bien porque hayas trabajado previamente o porque tengas conocimientos sobre el tema. También será importante si cuentas con formación específica, más necesaria cuanto mayor sea el grado de especialización de tu proyecto. Internet ofrece muchos recursos gratuitos y de pago para encontrar la formación más adecuada a lo que necesitas. También puedes recurrir a instituciones públicas y privadas que te ayudarán. No es que tengas que saber de todas las áreas del negocio, pero sí deberías tener unos mínimos conocimientos de cómo se gestiona un negocio, sobre todo haciendo especial hincapié en la parte financiera, comercial y ventas.