7 consejos para reducir costes energéticos y de electricidad en tu negocio

7 consejos para reducir costes energéticos y de electricidad en tu negocio

Para muchos negocios, en tiempos de subida de los costes como el que estamos viviendo, uno de los retos más importantes a los que tienen que enfrentarse es intentar reducir dichos costes. El gran aumento de costes repercute en los precios y esto obliga a reducir márgenes y, en general, disminuir las ventas.

En los últimos meses, uno de los costes que más se está notando es el de electricidad. A nivel mundial, el precio de la luz está desorbitado y esto es algo que influye en el día a día de cualquier negocio. Así que es muy importante que sepas cómo reducir esos costes energéticos, para lograr llegar a ser una empresa eficiente y contribuir en la lucha contra el cambio climático.

¿Quieres descubrir cómo reducir los costes eléctricos y de otro tipo? A continuación te vamos a ofrecer algunos consejos clave para lograrlo y conseguir ahorrar dinero en tu negocio.

1. Analizar y optimizar tu tarifa de la luz

Sin duda alguna, este es el punto clave y en el que puede existir más margen de ahorro (o donde se te puede ir la mayor parte del coste). La situación del mercado libre eléctrico en España, donde muchas comercializadoras compiten con toda clase de tarifas, hace que dispongas de más oferta que nunca.

Debes aprovecharte de esa circunstancia, así como la nueva ley de electricidad, para lograr reducir los costes todo lo posible. Esto comenzará por analizar bien el consumo de tu negocio y la tarifa de la luz que tengas contratada. Puede que gastes la mayor parte de la energía a unas horas determinadas o que puedas desplazar el grueso del consumo a otro momento en el que la tarifa sea más favorable.

De igual forma, hay contratos que ofrecen tarifas planas, otros en los que puedes seleccionar esas horas en las que quieres que te salga más barata la energía. Sea como sea, este es el primer paso necesario y el más importante. Sin él, el resto de consejos perderían buena parte de su efectividad.

2. Utilizar luz natural siempre que sea posible

Existen muchas oficinas en las que, a pesar de tener enormes ventanales por los que entraba el sol de forma generosa, tienen también las luces encendidas. Esto es algo que no tiene ningún sentido.

Lo ideal, siempre que se pueda, es reubicar las mesas y los puestos de trabajo para poder aprovechar mejor la luz natural que entra en la oficina. Se ha demostrado que esto contribuya a un menor estrés y una mejor capacidad de trabajo.

3. Instalar sensores de movimiento para la iluminación exterior

Si tu empresa tiene un solar o una parte exterior, puedes instalar sensores de movimiento de los que dependa que se encienda y apague la iluminación que tengas allí. Es más, la combinación de placa solar en la luz, junto con sensor de movimiento, hará que ya no te tengas que preocupar más de esa parte de la factura energética.

4. Sustituir los equipos viejos e ineficientes por otros nuevos y eficientes

La tecnología, está claro que avanza a pasos agigantados En lo que se refiere a un consumo menor de energía, también. Así que es importante invertir en equipos nuevos, con calificación energética A y estándares como el Energy Star.

Con ello, no solo ahorrarás energía sino que, probablemente, también trabajarás mucho mejor. Ten en cuenta que no hay cosa más frustrante que lidiar con equipos obsoletos.

5. Bajar la temperatura del termostato

El aire acondicionado y la calefacción, además de ser un roce habitual en muchas oficinas y empresas, también supone un gasto importante en electricidad.

La forma más sencilla de reducirlo es bajar un grado o dos el termostato de la calefacción en invierno y subirlo un grado o dos en verano. Con esta sencilla media, ahorrarás dinero y energía sin afectar al nivel de confort. Ten en cuenta que esa mínima diferencia de temperatura apenas se notará en el día a día.

6. Instalar nuevos hábitos de apagado de luces y equipos

Otra de las cosas habituales que más se ven en los trabajos de oficina es que los trabajadores se marchan y se dejan las luces encendidas y se puede observar una gran fila de ordenadores con el salvapantallas activo.

Esta es una práctica con la que se debe acabar. Además, se deben inculcar hábitos de consumo responsable y apagado de luces. Es por eso por lo que si en una estancia del negocio no hay nadie, la luz no tiene por qué estar encendida. Además, si todos en la oficina se van, el ordenador se apaga.

Asimismo, pasar la noche y ver edificios de oficinas con las luces encendidas, sin nadie dentro, es algo que demuestra el sin sentido que supone para poder ahorrar en los costes de energía.

7. Cambiar a una iluminación eficiente

En lo que a iluminación se refiere, uno de los pasos más sencillos y efectivos que puede dar tu negocio para reducir la factura eléctrica, es asegurarte de que la iluminación es lo más eficiente posible.

Esto implica, en la práctica, utilizar bombillas LED para un menor consumo de energía. Esto es debido a que estas bombillas son más eficientes y precisan de menos electricidad para aportar la misma luz que las tradicionales, ya que pierden muchísima menos energía en forma de calor.

A largo plazo, este sencillo cambio en la iluminación de la empresa, hará que tu negocio ahorre dinero y no emita sustancias químicas nocivas como otro tipo de bombillas. También tienen una vida útil más larga que las normales, lo que te hará ahorrar en costes de sustitución.

Como ves, con estas sencillas prácticas, podrás ver reducidos los costes en energía de tu negocio. Esto te permitirá ahorrar y, con dicho ahorro, podrás invertir en mejorar las instalaciones de tu negocio u otros aspectos.