21 Jul ¿Cuáles son las principales diferencias entre el salario bruto y el neto?
Cada vez que llega final de mes (o principios, según el caso) y te toca cobrar, seguro que te queda la duda, al ver la nómina de cuánto es lo que cobras en el papel pero por qué luego se reduce en la realidad. Es decir, seguro que aún puede que no sepas cuál es la diferencia entre el salario bruto y el neto.
Saber la diferencia entre ambos conceptos es clave para así no tener problemas con los empleados o posibles candidatos (en el caso de que seas empresario) y para saber qué es lo que vas a cobrar realmente, en el caso de que seas el trabajador. Son muchos los que aún hoy en día no saben en qué se diferencian ambos. Si es tu caso, no te preocupes porque a lo largo de este artículo te vamos a ofrecer las claves para que puedas entender ya lo que significan ambos conceptos y así no tengas ya más dudas cada vez que veas la nómina o la vayas a emitir.
¿Qué es el salario? Partes y tipos de salarios
Básicamente, se puede definir el salario como la totalidad de las percepciones económicas recibida por los trabajadores a cambio de prestar sus servicios. El salario, normalmente, se recibe cada mes (incluso en los períodos de vacaciones y descanso) y puede ser en dinero o en especie.
En dinero está claro lo que es el salario y es una cuantía económica que recibe el trabajador por desempeñar su trabajo durante un tiempo establecido. En cambio, el salario en especie hace referencia a que no siempre el trabajador recibe su salario en dinero sino que también puede percibirlo en bienes o servicios aunque hay que dejar claro que este tipo de salario nunca debe ser superior al 30% del total del salario. Asimismo, el salario en especie siempre será, como mínimo, el Salario Mínimo Interprofesional.
Pero, ¿qué se podría considerar como salario en especie? Pues se podrían enumerar los siguientes:
- Coche de empresa.
- Casa de empresa.
- Servicio de guardería.
- Teléfono de empresa.
- Participaciones o acciones en la empresa.
- Transporte a la empresa.
- Tickets de restaurante.
Eso sí, siempre hay que diferenciar cuándo es salario en especie y cuándo no lo es ya que, por ejemplo, con el coche de empresa, si tienes la posibilidad de utilizarlo de forma libre fuera del horario laboral esto sí se considerará salario en especie. Lo que está claro es que este es salario a todos los efectos y la empresa, por tanto, tendrá que practicar las retenciones oportunas de IRPF.
Una vez sepas que puedes cobrar tu salario tanto en dinero como en especie, es el momento de que conozcas cuáles son las principales diferencias entre el salario bruto y el neto, para que así no vuelvas a tener más dudas cuando oigas estos dos conceptos o cuando tengas que emplearlos.
Salario bruto
Básicamente, se puede definir el salario bruto como la suma de todos los importes que recibe el trabajador en su nómina y que incluyen el salario base y todos los completos. Es decir, se trataría de la cantidad total antes de aplicar cotizaciones y retenciones.
Cuando veas una oferta de trabajo o te inviten a una entrevista, lo normal es que te hablen del sueldo en términos brutos. Es decir, si te dicen que recibirás 25.000 euros al año, esto no quiere decir que vayas a recibir esta cantidad, puesto que a esta hay que restarle los impuestos y cotizaciones.
Salario neto
Esta es la cantidad final que recibe el trabajador por el trabajo realizado. El resultado es de restar al salario bruto las aportaciones del trabajador a la Seguridad Social y la retención del IRPF. Básicamente, algunas de las cantidades que se descuentan del salario bruto son las siguientes:
- Retención IRPF: para dicha retención entran en juego muchas variables puesto que el porcentaje de retención se establece en función de algunos aspectos como si tienes personas mayores a cargo, número de hijos, estado civil y otras. La retención varía entre el 2 y el 46%. Cuando más alto sea tu salario, mayor será el porcentaje que se destine a la Agencia Tributaria. Este porcentaje, además, se puede alterar hacia arriba o hacia abajo tan solo solicitándolo y es que la Agencia Tributaria dispone de unas tablas que te pueden servir de guía para así evitar posteriores sustos a la hora de cumplir con Hacienda.
- Retención Seguridad Social: este porcentaje va a variar según tu tipo de contrato. Por ejemplo, si es temporal, se aplica una retención del 6,4% sobre el sueldo fijo y si es indefinido, será del 6,35%. La retención a la Seguridad Social se divide entre el empleado y la empresa, por lo que el primero solo pagará un porcentaje del mismo, establecido, de forma anual, en los Presupuestos Generales del Estado.
Toda la información sobre tu salario (tanto neto como bruto) la puedes ver en la nómina, el cual es un documento que funciona como si fuera un recibo que el trabajador recibe por parte de la empresa. La nómina contiene toda la información respecto a la retención del IRPF, cotización a la seguridad social y otras posibles deducciones como puede ser, por ejemplo, la formación.
Lo que sí debes saber es que hay un error muy común a la hora de diferenciar el salario neto del bruto y que puede ser totalmente fatídico en una negociación laboral. Lo normal es hacerlo sobre el bruto pese a que después los trabajadores tienden a hacer sus cálculos en función del neto que desean recibir. Si estas operaciones resultan tediosas, hay programas y herramientas que realizan el cálculo de forma automática a través de una de las cifras, lo que supone la fórmula perfecta para así no equivocarte y saber, en todo momento, cuánto vas a cobrar en realidad cada vez que acaba el mes.