07 Dic 10 formas que tiene un autónomo de financiar su proyecto
Para un trabajador autónomo, emprender no es algo que sea fácil, sobre todo, debido a las limitaciones económicas con las que se puede encontrar. El emprendimiento está, cada vez más de moda, y es por eso por lo que buscar financiamiento puede ser una tarea más sencilla que era hasta hace unos años.
Si eres autónomo y vas a lanzar un proyecto y no sabes cómo financiarlo, a continuación te vamos a ofrecer algunas de las formas que tienes de financiación, para así hacerlos realidad. ¡Toma nota de ellos y tenlos en cuenta por si necesitas financiación!
Pedir crédito al banco
Pedir un préstamo a un banco es, sin duda alguna, una de las opciones más fáciles y utilizadas por el ecosistema empresarial español. Según la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (GESCAR), el 82% de las PYMES que necesitan financiación, acuden a las entidades bancarias.
Los créditos comerciales, líneas de crédito y préstamos bancarios, entre otros, son productos que las pequeñas y medianas empresas requieren para llevar a cabo su actividad.
Business Angels
Esta figura son inversores privados, personas físicas con capacidad de inversión y que poseen conocimientos sobre el mundo empresarial, que impulsan el desarrollo de proyectos empresariales con alto potencial de crecimiento, aportando capital y valor añadido a la gestión en sus primeras etapas de vida.
Estos inversores ayudan a los emprendedores con los niveles de riesgo y la falta de liquidez en las etapas iniciales de la constitución de la empresa. En España, existe la Asociación de Redes de Business Angels (AEBAN) tiene como misión principal promocionar la actividad de estos inversores y sus redes en el territorio español.
Fondos de capital riesgo
Los fondos de capital riesgo son una fórmula de financiación muy utilizada por las «startups» y empresas innovadoras que están experimentando un proceso de expansión que requiere de inversión.
Estos fondos son gestionados por sociedades anónimas especializadas que invierten sus recursos financieros en las empresas, con el objetivo de vender su participación en un futuro y obtener, así, beneficios. Muchos de estos fondos están formados exclusivamente por empresas de capital privado, pero también por grandes empresas, bancos o la propia Administración Pública.
Factoring
Esta alternativa, está orientada a las PYMEs y consiste en una alternativa de financiamiento en un contrato mediante el que una empresa traspasa el servicio de cobranza futura de los créditos y facturas existentes a su favor y, a cambio, obtiene de manera inmediata el dinero de esas operaciones, aunque con un descuento determinado.
Aceladoras e incubadoras de «startups»
Este tipo de instituciones se encargan de acoger a una serie de «startups» y acelerar su crecimiento, ayudándoles en su etapa inicial a configurar su modelo de negocio, su estrategia de captación de clientes y a captar financiación.
Las aceleradoras surgieron a raíz del gran interés del mundo empresarial público y privado en el mundo tecnológico y están destinadas a acelerar el desarrollo y crecimiento de «startups» en etapas avanzadas, mientras que las incubadoras las apoyas en su momento fundacional.
Bootstrapping
Este concepto hace referencia a la financiación de proyectos a través de los ahorros propios de los fundadores y de ingresos generados de la facturación, sin depender de financiación externa como inversiones o préstamos. Esta fórmula, se popularizó a raíz de la crisis económica de 2008, y requiere de disminuir las expectativas a corto plazo e invertir todos los esfuerzos en conseguir ingresos para, posteriormente, revertirlos en el crecimiento del negocio.
Subvenciones y ayudas públicas
La Administración Pública no financia proyectos empresariales de forma directa, pero sí pone a disposición de los emprendedores diferentes subvenciones y ayudas que permiten la financiación del negocio.
Para acceder a estas es necesario cumplir una serie de requisitos que pueden variar en función de la ayuda solicitada. La mayoría de ellas están destinadas a proyectos de innovación y tecnológicos, que busquen la internacionalización o que pertenezcan a un sector que la Administración quiera impulsar con fondos públicos, como, por ejemplo, las empresas verdes.
Crowdfunding
La financiación colectiva es una forma de finaciamiento colaborativa. Hoy en día, es una gran baza a la hora de conseguir fondos para un proyecto.
El crowdfunding consiste en poner en contacto a los emprendedores que necesitan financiación con diferentes inversores que quieran apostar por la empresa. Normalmente, el crowdfunding se lleva a cabo de ofrma online a través de diferentes plataformas en las que se describe el proyecto, la cantidad necesaria, el beneficio que saca el inversor si lo hubiera, etc.
Bartering
El intercambio de servicio o «bartering» supone llegar a acuerdos comerciales con otras empresas, a través de la obtención de un beneficio sin intercambio monetario.
Aunque esto no es un sistema de financiación directo, ayuda a reducir los costes fijos y puede suponer un ahorro que puede ser empleado en cubrir otras necesidades. No obstante, esta opción deja algunos aspectos negativos como crear una relación de dependencia entre las empresas y se asume el riesgo de que alguna de ellas no cumpla con el acuerdo.
Pedir dinero a amigos y familiares
La última opción de financiación para autónomos es la conocida en inglés como «family, friends and fools». A pesar de no ser la más utilizada, es una forma de conseguir un préstamo entre particulares sin tener que acudir a fondos privados. Una de las ventajas que aporta es la rapidez con la que se obtiene financiación y, además, no requiere garantías. Sin embargo, si el proyecto no funciona, se pone en riesgo la imagen personal de los emprendedores.